LA PELÍCULA DE HOY: EYES WIDE SHUT (1999)

Ya tuvimos ocasión de referirnos a Stanley Kubrick, cuando escribimos en nuestro blog sobre la penosa situación vivida por la actriz protagonista durante el rodaje de El Resplandor, tras sufrir maltrato psicológico por parte del cineasta:

Escribíamos entonces que el afamado director era tan conocido como temido por los integrantes de sus equipos artísticos y técnicos, que finalizaban su trabajo, exhaustos, tras la incesante repetición de escenas, retrasando las producciones hasta límites temporales insospechados.

Eyes wide shut no fue una excepción de su obsesión por la buscada perfección y sus más cuatrocientos días de rodaje así lo prueban, hasta el punto de que, en su momento, obtuvo el record Guinness, como la película de grabación continua más larga.

Como siempre, la Warner Bros cedió ante los caprichos del director, alguno de ellos tan peregrino y costoso, como construir decorados que trasplantaran al set de Londres las calles de Nueva York, en vez de trasladarse a rodar allí.

No obstante, no todos tuvieron tanta paciencia y así, actores como Harvey Keitel y Jennifer Jason Leigh desistieron de continuar en el rodaje, ante el riesgo de perder otros papeles, siendo sustituidos por Sydney Pollack y Marie Richardson.

Y fueron sus dos protagonistas principales, Tom Cruise y Nicole Kidman, los principales damnificados, puesto que se entregaron en cuerpo y alma al genio a quien admiraban, sin sospechar que tan largo rodaje supondría un desgaste psicológico que pasaría factura a uno de los matrimonios más famosos del mundo.

Como ellos, Bill y Alice, son la pareja perfecta: jóvenes y guapos, padres de una hija adorable, con una vida acomodada y vínculos profesionales con gente alta alcurnia de la que no se quieren desprender.

Pero tras una lujosa fiesta navideña en la que ambos deciden coquetear con otras personas, la confesión de Alice sobre una fantasía sexual con otro hombre, activa todas las alarmas de su vanidoso esposo, generándole una enorme confusión que deriva en una autoinfligida tortura psicológica y en la necesidad de reivindicarse como hombre deseado por otras mujeres.

Es entonces cuando, con nocturnidad y alevosía, Bill emprende el camino por un sendero de tentaciones ciertamente peligrosas, no solo para su matrimonio, sino para su propia integridad física y la de su familia.

Como curiosidad sobre el casting, destacar que, pese a no estar acreditada en la película, Cate Blanchett, fue la que prestó su voz para doblar a la joven que interpreta a la modelo toxicómana que expía el pecado de Bill, durante la famosa orgía de la película.

Eyes wide shut fue la obra póstuma de Kubrick, su decimotercera película, número que no le habría ayudado, según los supersticiosos, visto que un infarto impidió que pudiera verla estrenada, tras ser aprobado el montaje definitivo.

Por ello, el director no llegó a tiempo para comprobar como, una vez más, dividía a crítica y público.

Tediosa para algunos, hipnótica para otros, la película no puede dejar a nadie indiferente, por su impecable factura, destacando el director de fotografía Larry Smith, que pasaría a la historia por su trabajo en Barry Lyndon, y que nuevamente nos ofrece imágenes dotadas de una luminosidad apabullante.

Pero es además, mucho se ha discutido sobre el colorido de la película, donde el contraste, confrontación y simbiosis entre los dominantes rojo y el azul, al que, como tercero en discordia, se añade la gama del arcoíris, simbolizan el voluble entorno en el que confluyen los diversos estados de ánimo de los personajes.

Además, como provocador nato que era, el director siempre juega al despiste con el espectador, con mensajes crípticos que acompaña con simbología pagana e incluso satánica, sobre la que tanto se ha teorizado.

Basada en Relato soñado de Arthur Schnitzler, la obra del escritor austríaco ya había sido adaptada diez años antes, en una producción de cine erótico de pésimo gusto, Ad un passo dall’aurora y no cabe duda que la chabacanería italiana sería sustituida por el preciosismo de un director, con un exquisito gusto por la imagen y los detalles.

Pero al margen del evidente atractivo visual del film, aderezado por la perturbadora música de György Ligeti y la no menos siniestra de Jocelyn Pook, el fondo aún impacta más que la forma, visto que aborda la psique humana como nunca antes se había hecho en el cine, con la honrosa excepción de Alfred Hitchcock.

Con Eyes wide shut, Kubrick ahonda en los instintos más básicos del ser humano, partiendo de la eterna tensión de Eros y Thanatos, de la que tanto nos hablaría Freud, al evocar la mitología y filosofía griegas.

Y en un escenario de apariencias más que engañosas, lindante con lo onírico, con sueños placenteros que se tornan en pesadillas, se profundiza sobre aquellos sentimientos de los que nadie puede escapar, por mucho que se pretenda o se jacte de inmunidad: los celos y el fantasma de la infidelidad, que abocan en la permanente inseguridad y en una pérdida de la confianza en la persona amada.

Cierto es que la punta del iceberg en Eyes wide shut es el machismo y la hipocresía dentro de las relaciones de pareja, por cuanto que Alice, más que realmente amada, por su belleza, no deja de ser para su esposo un mero trofeo que hay que exhibir, como se simboliza en la primera escena de la película: su cuerpo desnudo y dos raquetas de tenis apoyadas en la pared.

Y tras los acontecimientos que narra el film, Bill aprende a la fuerza una lección que ha interiorizado y difícilmente olvidará: no hay nada seguro en la vida, absolutamente nada.

No obstante, la película va más allá, al abordar sin tapujos el clasismo y el materialismo, la homofobia, la prostitución adulta e infantil, la drogadicción y el virus del SIDA.

Pero queda la guinda del pastel y motivo de las mayores especulaciones de los sesudos críticos y cinéfilos: la personal visión de Kubrick sobre el poderoso influjo de las sociedades secretas, con liturgias y prácticas esotéricas, ocultistas y sectarias, tan sórdidas como propias de otro tiempo o de personas con mucho dinero y demasiado tiempo libre para satisfacer sus frivolidades y perversiones.

Entradas relacionadas

Dejar una respuesta

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies