El influyente grupo británico vuelve a protagonizar una publicación de nuestro blog, resultando por ende obligado que nos remitamos a lo que en su día escribimos sobre su canción más conocida, no sin antes hacer una somera referencia a la exitosa trayectoria de la banda liderada por Sting.
Con Don’t stand so close to me, The Police alcanzaría por tercera vez el número uno de las listas, siendo además el single más vendido en 1980 en el Reino Unido.
Tras ser incluida en su tercer álbum, Zenyatta Mondatta, la canción obtendría además el premio a la Mejor interpretación vocal por un grupo de rock, en la edición de los premios Grammy de 1982.
En nuestro acercamiento a Every breath you take, escribíamos sobre la visión, en primera persona, de un acosador que pretendía hostigar a la que había sido su pareja, bajo el subterfugio de una apasionada declaración de amor.
Pero su canción de 1980 se adentra en asuntos todavía más turbios: una acusación a un profesor pedófilo, por haber acosado sexualmente a una alumna, menor de edad.
Don’t stand so close to me no esconde su referencia principal, a la que expresamente cita al final de la letra: la conocidísima y polémica novela Lolita.
Escrita por Vladimir Nabokov y llevada a la pantalla por Stanley Kubrick, narra la turbulenta atracción de un profesor ya cuarentón, hacia una niña de doce años, si bien en la película,la actriz Sue Lyon encarnaba a una chica de catorce.
Y la letra de la canción de The Police, nuevamente en primera persona, a modo autoexculpatorio, trata inútilmente de culpabilizar a la seductora alumna del peligroso acercamiento que parece irresistible para el profesor.
Un acercamiento que ya es público y notorio en el centro escolar, no solo para sus celosas compañeras, sino para la propia dirección, que reacciona, tardíamente, tomando medidas frente al incauto docente.
El propio Sting, sin que nadie se lo preguntara, aclararía en una entrevista que la fuente de inspiración de la canción no era autobiográfica, sino la meramente literaria.
Y es que, curiosamente, el propio líder de la banda, nacido en 1951, antes de triunfar con su grupo, había enseñado durante dos años en el St Paul’s First School, de Cramlington, tras haberse graduado como profesor de lengua y literatura en 1974, cuando todavía era conocido, no por su famoso apodo, sino por su nombre real, Gordon Matthew Thomas Sumner.
Pues bien, acudiendo a la máxima latina, “excusatio non petita, accusatio manifesta”, mucho se ha especulado sobre lo manifestado por Sting, porque, visto el evidente atractivo del cantante, los mal pensados no descartan que, incluso años antes de ser famoso, pudiera haber conquistado el corazón de alguna de sus precoces alumnas, a las que doblaría en edad, según el texto de la propia canción.
No obstante, sería ciertamente estúpido que el propio cantante hubiera reconocido una perversión de tal calibre, constituyendo eso sí, una mera leyenda urbana que hay que añadir a tantas otras que rodean al entorno de las celebridades, para quedar en meras anécdotas sin mayor recorrido.
La canción dio lugar a un desenfadado y algo gamberro videoclip, en el que los componentes del grupo visten la indumentaria del clásico “teacher” británico, con togas y birretes, incluidos.
Realizado por Derek Burbidge, conocido por sus trabajos para Queen, ACDC y Bruce Springsteen, el vídeo ciertamente resulta deudor de su época, cuanto aún no se había alcanzado el nivel de calidad que acompañaría a la difusión de posteriores trabajos discográficos.
Pero, en el caso de Don’t stand so close to me, el tema encontraría su complemento con la grabación de una nueva versión y el rodaje de otro videoclip en 1986, para promocionar el álbum recopilatorio Every Breath You Take: The Singles.
Así, a modo de reencuentro para la despedida de sus fans, tras su ruptura en 1984, The Police volvería a triunfar nuevamente con la canción, aunque interpretada de modo mucho más melódico y pausado.
Y en el nuevo vídeo, realizado por Godley & Creme, se alejan del contenido de la letra para ofrecernos una sucesión de animaciones e imágenes generadas por ordenador, que quizás hayan envejecido aún peor que su antecesor, pero que muestran una nostálgica retrospectiva del eterno grupo británico, cuyos miembros no dejan de girar en ningún momento.
Como siempre, para una mejor comprensión, te traducimos la letra, esta vez del inglés al español:
Un joven profesor, objeto de la fantasía de una colegiala.
Ella le desea tanto, sabe lo que quiere ser.
Dentro de ella, hay un deseo, esta chica es un libro abierto.
Poniendo las notas,ahora ella está tan cerca,
esta chica tiene la mitad de años que él.
No te pongas, no te pongas tan,
no te pongas tan cerca de mí.
No te pongas, no te pongas tan,
no te pongas tan cerca de mí.
Sus amigas están tan celosas,
sabes lo malas que pueden llegar a ser las chicas.
A veces no es tan sencillo ser el favorito del profesor.
Tentación, frustración, tanto que le hace llorar.
Parada del autobús, mojada, ella está esperando,
su coche está calentito y seco.
No te pongas, no te pongas tan,
no te pongas tan cerca de mí.
No te pongas, no te pongas tan,
no te pongas tan cerca de mí.
Charlas distendidas en el aula, para hacer daño,
lo intentan una y otra vez.
Palabras duras en la sala de profesores,
las acusaciones vuelan.
No sirve de nada, él la ve a ella,
y empieza a agitarse y toser,
justo como el viejo en aquel libro de Nabokov.
No te pongas, no te pongas tan
-por favor, no te pongas tan cerca de mí-.
No te pongas tan cerca de mí
-por favor, no te pongas tan cerca de mí-.
No te pongas, no te pongas tan
-por favor, no te pongas tan cerca de mí-.
No te pongas tan cerca de mí
-por favor, no te pongas tan cerca de mí-.