Solemos abordar las reseñas sobre las canciones con una aproximación al mensaje del concreto tema musical, con unas pinceladas sobre el artista o grupo que lo ha interpretado, para finalmente dar nuestras impresiones sobre el videoclip del que se han servido para una mayor difusión y promoción.
Pero vista la calidad cuasi cinematográfica del videoclip College boy, así como lo controvertido de su emisión, nos vemos obligados a invertir el orden, sin que ello suponga un desmerecimiento de la homónima canción del grupo Indochine.
Xavier Dolan no suele dejar a nadie indiferente como realizador y no en vano viene siendo reconocido por la crítica como el sucesor natural de Pedro Almodovar, tras haber triunfado precozmente en festivales de mucho renombre como es el caso de Cannes.
El canadiense siempre ha sido calificado de excesivo y “ enfant terrible” de la cinematografía canadiense, pero en el año 2013 sorprendió a crítica y público en su debut como realizador de videoclips, con esta cruda aproximación a la realidad del acoso escolar.
No cabe duda que el propio Dolan se ha inspirado en alguna de sus vivencias, pues ha reconocido en varias entrevistas que ya siendo preadolescente, cuando empezaba a aceptarse por su orientación homosexual, fue objeto de bullying en el colegio.
Protagonizado por el actor Antoine Olivier Pilon, College boy nos ofrece la horrible agonía de un estudiante de secundaria, que tiene que padecer todas las agresiones homófobas de sus compañeros, con la complicidad de muchos y la pasividad de otros, incluidos su familia y los docentes.
Pero el trabajo del canadiense fue objeto de numerosas críticas por su recurso a una inusitada violencia y tras una agria polémica con el Consejo Superior Audiovisual francés, varios canales de televisión optaron por no emitirlo tanto en el país galo como en Canada.
Se argumentó en su contra que todo arte y estética han de estar necesariamente reñidos con una exhibición tan gratuita de una tortura que es todo un compendio de la brutalidad humana más despreciable.
Pero además, el mensaje que ofrece College boy fue visto como sumamente desesperanzador y pesimista, sin que parezca justo que los espectadores asistan a tamaño sufrimiento, máxime en espacios destinados a un consumo de productos audiovisuales, mucho más complacientes y alejados de ficciones tan crudas como ésta.
Y es que si bien se opta por un blanco y negro algo más benévolo que una explícita violencia a todo color, en sus seis minutos de duración no se da tregua al adolescente, que es insultado, vejado, ignorado, incomprendido, perseguido, golpeado, escupido, orinado y finalmente crucificado delante de todos los alumnos, muchos de los cuales llevan una venda que ocultan unos ojos llorosos que no esconden su dolor, mientras que otros disfrutan grabando la dantesca escena con sus teléfonos móviles.
Y como culmen de su agonía y sufrimiento en esta alegoría de la Pasión de Cristo, el realizador opta por dirigirse al espectador a través del protagonista, que rompe la cuarta pared con un escueto y desgarrador “Gracias”, trasunto del “Perdónalos, porque no saben lo que hacen”
El propio director se defendió argumentando que mientras que su obra era criticada y censurada, no existía inconveniente alguno en se emitieran a todas horas frívolos y estereotipados videoclips con artistas que se pasean en vehículos de lujo, mientras derraman alcohol sobre mujeres reducidas a meros objetos sexuales.
El vídeoclip, que cuenta con la extraordinaria aportación del director de fotografía André Turpin, puede encontrarse fácilmente en youtube y viene precedido de un mensaje de advertencia, nada exagerada, de que sus imágenes pueden herir la sensibilidad de los espectadores más jóvenes.
Indochine había incluido College boy, dentro de su duodécimo álbum de estudio, Black City Parade, si bien la canción sería luego interpretada en varios idiomas, incluido el español.
Tras haber vendido más de diez millones de álbumes en sus casi cuarenta años de trayectoria, la veterana y afamada banda francesa ha sabido adaptarse a cada momento trascendente de la evolución de la música moderna, como la llegada del punk, la new wave, el indie rock, el hip-hop, el techno, el house, el electro, la desaparición del vinilo y la nueva realidad digital.
Su fundador y líder, Nikola Sirkis así como el guitarrista y teclista, Olivier Gerard, colaboraron con Xavier Dolan en la elaboración del guión del duro videoclip, si bien la letra de la canción, que traducimos, en nada apuntaba a una plasmación visual tan estremecedora y perturbadora, no apta para todos los públicos ni para muchas conciencias.
Aprendo de aquí que mi vida no será fácil
En personas
Seré demasiado diferente para su vida tan tranquila
Para estas personas
Quiero verte
Amo a todas sus hermosas personas
Pero su mundo no me quiere, es así
Y a menudo tengo problemas
Cuando escucho todo lo que dicen detrás de mí
Pero tengo el derecho cuando te despiertas
Sí, tengo el derecho
Para hacerte esto cuando te despiertas
El derecho de abrir las piernas
Cuando te despiertas
Sí, me gusta eso
El sabor de la leche en tu piel, tengo el derecho
Sí, estamos vivos
Como todas nuestras edades
Sí, somos el ruido
Como chicos enojados
Entiendo que aquí es difícil ser tan diferente
Para estas personas
Cuando esté seguro de mí mismo
Un poco menos frágil, estará bien
Quiero verte
Sí, somos el ruido
Como un ciervo enojado
Sí, somos la fruta
Como chicas enojadas
Tu me das tu vida
Y vamos a cruzar los cielos
Tengo derecho a todos los lugares
Para hacerte esto en todos los lugares
Todavía tengo el derecho
Sí, para hacerte eso
Sí, tengo el derecho, sí, de hacértelo
Para nuestras glorias
A continuación, para reunirse de nuevo
Para nuestras rabias
Tenemos el derecho de vernos
Para la gloria
A continuación, para reunirse de nuevo
Para nuestras glorias