No cabe duda que es lo que toca y son ciclos deportivos que hay que padecer, para quienes ahora, tras el fugaz espejismo de la goleada a los merengues en su propio feudo, debemos armarnos de paciencia, tener más moral que el Alcoyano y dejar de martirizarnos como unos “pupas” tras la salida de un Messi, que por cierto, acaba de ganar su liga con el PSG tras una mediocre temporada con el equipo galo; hace mucho frío fuera del Nou Camp.
Pero si hablamos de cuestiones extradeportivas, en los últimos años el club lo ha hecho aún peor. Y es que al margen de que continua la perniciosa vinculación con el rancio y radical catalanismo independentista, que deja fuera de su “círculo de confianza” a quienes nos sentimos españoles y barcelonistas, ya abordamos en el blog el escándalo surgido en la anterior directiva, que aún lastra y condiciona el devenir de la actual, presidida por Joan Laporta.
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Pues bien, es ahora cuando uno de sus buques insignias o vacas sagradas de la millonaria plantilla culé, el central del Futbol Club Barcelona Gerard Piqué, se ha situado en el centro de una polémica, que indirectamente también afecta a su club , pero que además ha dejado en mal lugar al ya controvertido Presidente de la Real Federación Española de Futbol, Luis Rubiales.
Todo parte de las informaciones publicadas por el diario digital El confidencial, tras revelar diversas comunicaciones de whatsapp entre Piqué y Rubiales en 2019. Comunicaciones proporcionadas por una fuente anónima, que habría facilitado los datos del dispositivo del Presidente, tras haberlos obtenido, supuestamente, a medio de un hackeo informático.
En este sentido, cabe decir que cualquier smartphone o dispositivo con acceso a internet es susceptible de ser atacado a través de bluetooth o wifi, pudiendo ser infectado con un virus que propicie la instalación de un programa espía, con el que se consigan contraseñas, registros de llamadas, agendas de contacto, comunicaciones, archivos multimedia…..en suma, todo aquello a lo que podemos acceder e incluso a aquello que se cree eliminado por el usuario del dispositivo, pero que aún subsiste como metadato.
Pero, ¿Qué contienen esos audios de whatsapp para haber generado tanto revuelo?
Para explicarlo adecuadamente primero hay que situarse en el contexto de la Supercopa de España, una competición que pertenece a la Federación Española y que desde su creación se venía disputando durante la pretemporada veraniega de agosto, enfrentando a los campeones/subcampeones de liga y copa con un partido de ida y otro de vuelta.
Pues bien, dicha competición había quedado ciertamente obsoleta y descafeinada, habida cuenta que no interesaba a nadie, ni en el plano deportivo ni en el económico.
Sentado lo anterior, para evitar seguir perdiendo prestigio y dinero, la Federación entendía que debía estudiar otras alternativas, entre las que se encontraba una que a priori podría parecer absurda para los aficionados españoles, pero que tiene sentido desde el punto de vista lucrativo: llevar la Supercopa a otro país.
Y es que aparte de poder llenarse los estadios de otros lares distintos a España con espectadores más necesitados de presenciar en directo un fútbol de alta competición, los aficionados españoles también podrían seguirla por televisión, pero lo que parecía aún más importante, reportaría pingües beneficios para el propietario de los derechos visto que se trataba de una competición que empezaba a ser deficitaria.
Y así fue, para sorpresa de muchos; en los últimos años, tras una primera edición disputada en la ciudad de Tánger (Marruecos), la Supercopa de España se volvería a jugar Yeda y Ryad (Arabia Saudita) con un obligado paréntesis por las restricciones impuestas por el Covid que obligaron a jugar en nuestro país.
Es muy significativo señalar que fue la cadena privada Movistar la que adquirió los derechos para retransmitirla por televisión, tras la negativa de RTVE a la hora de pujar, debido a que, según la versión oficial, en Arabia Saudí no se respetan los derechos humanos.
Llegados a este punto, y, antes de referirnos al contenido de las comunicaciones que Gerard Piqué mantuvo con el Presidente de la Federación Española de Fútbol, conviene dar algunas pinceladas sobre el perfil público del carácter de este grandísimo defensa central.
Nadie duda que, a sus ya treinta y cinco años, el espigado jugador ha sido uno de los mejores de la historia del fútbol español y por ende, del club de sus amores.
Pero además, el catalán ha sorprendido a propios y extraños, por sus ambiciosos proyectos empresariales, iniciados hace varios años y cuando todavía estaba en alejado horizonte su retirada del fútbol, entre los que se encuentra el grupo inversor Kosmos, que ha resucitado del ostracismo del tenis de primer nível a la otrora prestigiosa Copa Davis.
En otro orden de cosas, no es desdeñable su faceta de influencer, vista su precoz conexión con el mundo de las redes sociales en las que se mueve como pez en el agua.
Sea como fuere, a través de las muchas entrevistas que ha concedido, se percibe que por su manera de expresarse y por el contenido de su discurso, Piqué parece una persona ciertamente inteligente, pese a las travesuras y conductas inapropiadas pasadas, más propias de cierta inmadurez; hablamos de su incidente con la guardia urbana o el infantil salivazo que le lanzó a un miembro de la Selección durante la celebración de la conquista de uno de sus títulos.
Y tamaña brillantez llama poderosamente la atención en un mundo tan peculiar, el del fútbol, cuyos practicantes a nivel profesional no suelen demostrar inquietudes profesionales o académicas, y donde más allá de una sobrada intelectualidad, su preparación reside en dar patadas a un balón, unos mejor que otros, habiendo abandonado los estudios una gran mayoría que deberán saber gestionar su futuro una vez dejen de ser profesionales.
Pero además, amén de su agraciado físico, su ya prolongada relación de pareja con una celebridad del mundo de la canción como es Shakira, con quien ha tenido dos hijos, supone que Piqué despierte muchas y grandes envidias y no precisamente sanas.
Si los anteriores argumentos no fueran ya de sobra para la feroz crítica de muchos frustrados, el jugador catalán no le ha hecho ascos precisamente al independentismo al que hacíamos referencia. Pero lejos de amilanarse ante la ira ajena, a Gerard Piqué le suele ir la marcha, visto que en apariencia al jugador/empresario lo que más le gusta es provocar, puesto que esa energía que transmite, verdaderamente negativa para muchos, tras el cabreo generalizado retorna para sí como algo positivo, que retroalimenta su ego y vanidad.
Sin embargo, en ocasiones la cuerda se tensa demasiado hasta el punto de romperse. En este sentido, si ya hablamos de los aficionados al fútbol ( excluidos los muchos culés que aún lo ven como futuro presidente del Futbol Club Barcelona, ideal para atizar a los madridistas, por su locuacidad y agilidad mental) algunos pueden que le admiren como el gran jugador que es, pero cada vez se sienten más decepcionados, visto que fuera del césped parece pasarse de listo y de gracioso.
Por tanto, no era de extrañar el que, con el tiempo, los sonoros pitidos que recibía cada vez que tocaba el esférico en los partidos que disputaba con la selección en territorio nacional, asociados a su afinidad política, se convirtieran en música de viento durante el transcurso de cada partido de la liga.
Por ello, aun estando en buenas condiciones para competir a gran nivel, hace algunos años decidió abandonar una Selección Española con la que antes había conseguido el Mundial y la Eurocopa, y con la que aún podría seguir compitiendo para aspirar a nuevos retos.
Si hablamos ya de Luis Rubiales, no son pocos los frentes en los que se haya inmerso, tras heredar un delicado puesto que incluso llevó a prisión a su antecesor.
En este sentido, es pública su permanente disputa con Javier Tebas, Presidente de la Liga de Fútbol Profesional, que también se haya enfangado en continuas luchas con Florentino Pérez. Sentado lo anterior, cabe preguntarse a qué viene tanto revuelo por las citadas comunicaciones de whatsapp que supuestamente fueron hackeadas en el teléfono móvil de Rubiales.
Pues bien, en las mismas se verifica la existencia de una continuada relación comercial entre Piqué y Rubiales, el primero como representante de Kosmos y el segundo de la Federación Española de Fútbol.
Todo partía de una jugosa propuesta de Piqué para la Supercopa, puesto que se centraba en la elección de un formato nuevo, mucho más atractivo y con más partidos, siendo además Arabia Saudí el destino para disputarla.
Tras ser llevada a la asamblea de la Federación, la propuesta fue aprobada por mayoría absoluta, con noventa y cuatro votos a favor, dos en contra, habiendo tan solo dos abstenciones.
Dado que Kosmos no es una ONG,precisamente, su trabajo de gestión debía ser retribuido y vistos los contactos de muy alto nivel, y los dineros que se manejan, era obvio que su comisión sería millonaria.
Pero además se ha sabido que el sueldo de Rubiales se había incrementado tras el acuerdo alcanzado, toda vez que el contrato que une a la Real Federación Española de Fútbol está pactado con unas percepciones variables en función de los beneficios económicos que por su intervención le reporte a la misma.
Sin embargo, los audios que se dieron a conocer en días sucesivos, avivaron una polémica que ya partía de lo poco ético que en puridad resulta el que un jugador en activo que participa en una competición oficial sea el que precisamente haya propiciado que se desarrolle dicha competición y en ningún caso de forma altruista.
Lo decimos porque se dio a conocer que Piqué, que, como decimos siempre ha coqueteado con la causa independentista catalana, llegó a proponer contactos con el Rey Emérito para facilitar el acuerdo con las autoridades saudís, noticia que obligó al propio monarca a que desmintiera públicamente la existencia de encuentro alguno.
Pero, además, si bien había renegado de la Selección por los motivos expuestos, animaba a Rubiales para que convenciera al seleccionador de cara a una participación en los Juegos Olímpicos (“me hace una ilusión que te cagas”, le dijo) lo que contradecía lo manifestado en su canal de Twitch, cuando mantuvo una agría conversación con el locutor de la Cadena Cope, Juanma Castaño, a quien un cabreadísimo Piqué le argumentó que por los valores aprendidos en casa jamás pediría ayuda a nadie en tales circunstancias, visto que sabe separar un acuerdo comercial del fútbol.
Por si esto fuera poco, también se supo a través de nuevos audios publicados por El confidencial que Piqué parecía sugerir tratos de favor en cuanto a lo competitivo para favorecer al Andorra, equipo de su propiedad.
Si bien las explicaciones públicas de Piqué no convencieron a muchos, máxime por lo avinagrado de su conducta ante la evidencia de algo que si bien es legal, no parece moral, la rueda de prensa del Presidente de la Federación fue aún más rocambolesca, al hablar Rubial de mafias que podrían incluso meterle en el maletero de su coche cocaína para que le acusaran de narcotráfico.
El tiempo dirá en qué quedan las causas judiciales que puedan incoarse porque ya hay constancia de que se ha registrado una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción para que se procese por delitos de corrupción entre particulares, corrupción en los negocios, administración desleal, prevaricación administrativa y cohecho.
En condiciones normales podríamos afirmar que, si las comunicaciones se destinaran para ser utilizadas en su contra en un proceso judicial, su validez como prueba sería más cuestionable, vista la ilicitud de su obtención, aunque lo cierto es que tanto el jugador del Barça como el máximo dirigente del fútbol español no han desmentido su contenido, visto que la relación comercial de Kosmos con la Federación era un hecho y que nada tenían que ocultar.
No obstante, a la inversa, amén de que pueda procesarse penalmente al todavía desconocido pirata informático, no puede descartarse la vía civil por vulneración de los derechos al honor, intimidad y propia imagen o incluso la administrativa, que concluya con una sanción por parte de la Agencia de Protección de datos.
Desconocemos si en el futuro se resolverá de dónde ha partido todo y el porqué de que se filtre ahora la información, visto que se trata de un hecho de 2019.
Por eso, al igual que con lo sucedido con unos audios muy antiguos que dejaron en muy mal lugar al Presidente del Real Madrid, tras comprobarse que menospreciaba a varios jugadores de su plantilla, hemos de hacernos una pregunta que los romanos eternizaron cuando se persigue saber quién es el que obtiene un mayor rédito del perjuicio que se le genera a otro, y además de forma totalmente imprevista: Cui prodest?
De momento, tan solo hemos sido testigos de que en plena semana del escándalo de los audios, Gerard Piqué, aún resentido por las molestias, jugó un partido en Anoeta, decisivo para que su equipo afiance su clasificación para la Champions.
Nadie puede discutir que sea un extraordinario deportista, pero lo que ya es más discutible es que también sea igualmente deportivo o si que quiere, ético, por su comportamiento.
No obstante, si hablamos del mundo empresarial, como dice el psiquiatra norteamericano Allen Frances, el tigre no tiene culpa de ser carnívoro, aunque yo siempre me quedo con otra frase, la de Al Pacino como Michael Corleone en El Padrino: no es personal, son negocios.
Sin embargo, lo recurrente es acudir a otro tópico, precisamente catalán, que puede que lo resuma todo: la pela es la pela.
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