CELEBRIDADES QUE HAN SUFRIDO ACOSO:MICHAEL PHELPS

CELEBRIDADES QUE HAN SUFRIDO ACOSO: MICHAEL PHELPS

El 11 de agosto de 2016 el Tiburón de Baltimore batió un record de más de dos mil años, establecido anteriormente por Leónidas de Rodas, en el 152 A.C., al superar sus trece títulos individuales de natación.

Para quien no sea aficionado al deporte, y en especial a la natación, quizás el nombre ni siquiera les suene, pero si tenemos en cuenta el palmarés de este deportista norteamericano ya retirado, a nadie se le puede escapar el hecho de que se trata de una celebridad, que ha inspirado a muchos jóvenes.

No en vano es considerado de forma unánime como el mejor deportista olímpico de la historia, tras haber logrado veintitrés medallas de oro, tres de plata y dos de bronce en cuatro Juegos (Atenas 2004, Pekín 2008, Londres 2012 y Río 2016) superando los logros de la gimnasta soviética Larisa Latynina, del atleta finlandés Paavo Nurmi y de los estadounidenses Mark Spitz y Carl Lewis.

Sin embargo, el merito para lograrlo es aún mayor si tenemos en cuenta que el nadador padece déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

Su infancia estuvo marcada por esta enfermedad, diagnosticada al tiempo del divorcio de sus padres y se evidenciaba en una imposibilidad para sentarse quieto, estar tranquilo y concentrarse.

Pero fue su desarrollo físico desproporcionado lo que provocó que durante la adolescencia empezaran a burlarse de él y a hostigarle a todas horas por sus enormes orejas y brazos.

Y fue la natación lo que supuso la verdadera motivación para que superara sus complejos y reforzara la autoestima, contando con el encomiable apoyo de su madre y entrenador hasta convertirse en el atleta acuático perfecto.

El legado olímpico queda ya descrito, pero su vida de adulto no siempre ha sido un camino de rosas, pese a su exitoso periplo.

En 2009 fue sancionado tras publicarse una fotografía en la que se le veía fumando una pipa de marihuana. Pero no sería ésta la única vez en que las malas compañías y el consumo de drogas o alcohol le jugarían una mala pasada.

En 2014, fue detenido y procesado por conducir ebrio, lo que supuso una nueva sanción de inhabilitación para competir, amén de una condena de un año de prisión, que cumplió con una dura rehabilitación por su adicción al alcohol, prometiendo a sus seguidores que volvería a ser el mejor en las siguientes Olimpiadas.

Y así fue, pues cumplió su promesa en Rio 2016, ganando varias medallas para su país, siendo tres de ellas, dos oros y una plata en categorías individuales.

Pero desgraciadamente no ha superado una severa depresión que padece desde hace años, puesto que tal y como confesó públicamente, pese a estar felizmente casado y con tres hijos sanos, ha pensado en suicidarse en dos ocasiones.

Al tiempo de escribir estas líneas hemos tenido conocimiento de una noticia, no prevista cuando abordábamos la publicación del artículo, y nos parece necesario trasladarla en estos momentos, pues revela cuán importante es mantener preservada y sana la mente, amén de contar con una buena salud física, máxime en un periodo tan incierto y confuso que nos ha puesto a prueba a todos.

En unas declaraciones a la cadena norteamericana ESPN Michael Phelps reveló que nunca se curará de los problemas de salud mental que padece y que la cuarentena, decretada en varios países a nivel mundial a causa de la propagación del COVID-19, no solo no ayuda en su recuperación, sino que agrava su enfermedad, siendo ésta una de las peores etapas por las que ha pasado a lo largo de su vida.

“Me vuelve loco. Estoy acostumbrado a viajar, competir, conocer gente. Esto es una locura. Mis emociones están por todos lados. Siempre estoy al límite. Siempre estoy a la defensiva”, ha expresado, reconociendo además que la convivencia con su familia estaba resultando muy difícil.

Michael Phelps, ha participado junto con otras estrellas del deporte en la inciativa Athletes for COVID-19 Relief, donando objetos y prendas personales autografiados para su subasta.

Estamos convencidos que algunos de esos acosadores que tanto le hicieron sufrir, en su día saltaron de alegría cuando ganaba tantas medallas para su país y seguro que hablaron de él, a diestro y siniestro, vanagloriándose de su amistad. Maldita hipocresía de unos psicópatas que quizás ahora vuelvan a gozar al verlo en sus horas más bajas.

Pero esperamos que muchos de sus cómplices, hayan agachado la cabeza, avergonzados y se sientan solidarios ante su trago más amargo.

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