Que el tiempo lo cura todo es ciertamente discutible pero no lo es, que al final, suele dejar a cada uno en su sitio.

Eso es lo que podría pensar el británico Henry Cavill, uno de los actores que recientemente ha venido destacando en películas de acción, como Mission: Impossible – Fallout (2018) o en la serie de TV The Witcher (2019).

Sin embargo, Cavill es mundialmente conocido por haber interpretado el papel de Clark Kent/Superman en el Hombre de Acero (2013), Batman vs Superman (2016) y La liga de la justicia ( 2017/2021) tras haberlo intentado sin éxito una década antes para Superman Returns (2006) al ser entonces escogido Brandon Routh.

Cierto es que, vista la posterior debacle profesional de éste último, al igual que las fatalidades que sufrieron sus antecesores tras encarnar a Superman, existe cierta expectación por saber, si en el caso de Cavill, una vez pasado un tiempo tras dejar la capa del icónico superhéroe, se ratificará o no el peyorativo calificativo del papel, como gafe.

Sea como fuere, Cavill, que cuenta actualmente con treinta y siete años, es una de las celebridades de Hollywood que, al margen de su talento actoral, ha destacado por su imagen de hombre apuesto y en plena forma física.

No en vano, desde hace tiempo revistas como GQ, Glamour, o Empire, entre muchas otras, lo han tenido en sus listas de los más atractivos y elegantes del mundo, hasta el punto de convertirse en el eterno aspirante a interpretar a James Bond.

En este sentido, todos recordamos una de las escenas finales de El hombre de acero, cuando al tiempo de despedirse Superman del General Swanwick, una azorada militar le confiesa a su superior que “Está buenísimo”.

Sin embargo, precisamente fue su físico lo que más le hizo sufrir en el pasado, por culpa de unos indeseables compañeros de estudios.

Así, Cavill ha reconocido en más de una entrevista que, siendo niño e incluso adolescente, era conocido con un despiadado mote, para burlarse de su exceso de peso: Fatty Cavill, es decir, Gordito Cavill.

La situación de bullying se había iniciado en el centro privado St. Michael’s Preparatory School, pero el acoso continuó en el internado público Stowe School.

Allí, Cavill tuvo que lidiar además con la enorme dificultad de carecer de un contacto personal diario con sus progenitores, no siendo pocas las ocasiones en las que rompía a llorar, cuando hablaba con ellos por teléfono.

Si bien era muy aficionado a los deportes, Cavill padecía serios problemas con las articulaciones, por lo que no pudo ponerse en forma, como pretendía, hasta mucho tiempo después.

Pero es que además, paradójicamente optaba por refugiarse en la comida, dada la ansiedad que padecía por el acoso, lo cual incrementaba aún más su problema de sobrepeso.

Sin embargo, curiosidades del destino, cuando contaba con diecisiete años, y aún era menospreciado por sus compañeros por su físico, mientras Cavill participaba como extra en el rodaje de Prueba de vida (2000) coincidió con el protagonista del film , Russell Crowe, actor que luego sería su padre en El hombre de acero y que por entonces acababa de alcanzar el estrellato, tras su celebrado papel en Gladiator.

Tras acercarse Cavill a Crowe para pedirle consejo, se entabló una buena relación entre ambos, hasta el punto de que después del rodaje el actor australiano le enviaría varios obsequios.

Sin embargo, lo que a Cavill le valdría más que todos los regalos del mundo, fue el cariñoso mensaje que contenía una nota escrita, adjunta al paquete enviado por Crowe:

“Querido Henry, un viaje de mil millas comienza con un solo paso. Russell”

Estamos convencidos de que muchos de los que se burlaban de Henry Cavill por entonces, se tirarán los pelos al verlo ahora en pantalla, luciendo palmito, como el que nadie y elevado a categoría de estrella de Hollywood, con lo que ello supone a nivel de ingresos económicos.

Algunos de ellos se sentirán arrepentidos del cruel trato que le dispensaron; otros seguramente mentirán, jactándose de que eran sus íntimos amigos.

«Con el tiempo te das cuenta de la importancia o la falta de importancia de lo que la gente dice. Si tienen tanto deseo de decir cosas negativas, realmente no importa lo que opinen. Solo busqué opiniones positivas y eso tuvo un efecto positivo en mi», fueron sus palabras, al recordar aquellos tristes episodios en una entrevista concedida a Quien.com.

Siendo muy celoso de su intimidad, recientemente se ha desvelado la identidad de su actual pareja, lo que ha supuesto cierta convulsión en las redes sociales, que como de costumbre, lo magnifican y tergiversan todo.

Y es que muchas de sus fans han demostrado una gran amargura, visto que Cavill ha perdido su condición de “soltero de oro”.

Estamos convencidos de que esas mismas redes sociales crucificarán a Cavill, en el supuesto de que el actor descuide su físico, como ha sido el caso de Rusell Crowe, ciertamente propenso a engordar.

En ese caso, darán igual el carisma, carácter afable y los éxitos ya cosechados por Cavill o el que el actor haga donaciones o se implique en multitud de labores solidarias, como ha venido haciendo hasta ahora.

Y es que lo que para la gran mayoría importará, desgraciadamente, será su físico.

Quizás aquellos que antes se reían de él y ahora hablan maravillas, vuelvan a ser unos indeseables, como antaño.

Mala hierba, nunca muere.

Esperemos que Cavill no les dé ese gusto, porque la envidia es muy mala y nada sana para la salud mental del que la sufre.

Y es que sentirla ya supone insultarse a sí mismo.