Recientemente hemos conocido a través de los medios de comunicación que una de las actrices más relevantes de la última década, Scarlett Johansson, ha demandado a la todopoderosa Disney.
Y todo ello por las pérdidas económicas que ha sufrido, tras el estreno simultáneo en salas y en la plataforma televisiva de Disney de la última película sobre uno de los personajes más icónicos del cine de superhéroes, la Viuda negra.
Siendo tan solo una niña de trece años, la menuda Johansson ya había enternecido a muchos por su papel al lado de Robert Redford en El hombre que susurraba los caballos ( 1998 ) pero fueron su posteriores películas, siendo adulta y una bella mujer, Lost in translation (2003) por la que ganó el Bafta o Match point (2005) las que la situaron en el firmamento de estrellas de Hollywood, amén de cotizada modelo publicitaria.
De indudable atractivo y con una sensual y grave voz que luego enamoraría al personaje de Joaquin Phoenix en Her (2013 ) tras interpretar diferentes papeles en el cine de acción y en especial, su paso por el Universo cinematográfico de Marvel (2010-2019), la artista se ha consagrado definitivamente en el género de acción, si bien nunca ha dejado de participar en otro tipo de cine, incluido el más independiente, como es el caso de una extrañísima película, que para muchos ya es de culto, Under the skin (2013)
Desconocemos todavía en qué quedará su reclamación contra el imperio de Mickey Mouse y si su valiente paso le pasa o no factura en el futuro, visto que su carrera sigue apuntando muy alto, tras su nominación al Oscar por Historias de un matrimonio (2019)
Sin embargo, como sucede con tantas celebridades de primer orden, que además se caracterizan por su extraordinaria belleza, Scarlett Johansson no ha quedado inmune a situaciones más que desagradables.
Es el caso de la acontecida en enero de 2006, durante la alfombra roja de la gala de los Premios Globos de Oro, cuando una jovencísima actriz de veintiún años se mostraba ilusionada y emocionada ante la primera nominación por su interpretación en la película de Woody Allen.
Y es que, al ser entrevistada por un diseñador, Isaac Mizrahi, la actriz vivió uno de sus momentos más hirientes de su carrera, que quizás por bisoñez o estupefacción no supo responder.
Así, cuando hablaban de su espectacular y muy escotado conjunto rojo de Valentino y sobre el encaje al mismo de su ropa interior, Mizrahi, ni corto ni perezoso, se atrevió a tocarle un pecho y a decir encantado “he tocado las tetas de Scarlett”; y todo ello en directo.
La procesión va por dentro, como se suele decir y la actriz, reaccionó con una sonrisa, si bien meses después hablaría de lo incomoda que se había sentido y de lo condescendiente por su parte, ante tamaña ofensa, visto que el diseñador es un reconocido homosexual; de otra manera le hubiera dado una bofetada.
Muchísimo peor se sentiría cuando trascendió que habían hackeado la cuenta de correo electrónico de varias celebridades y accedido en 2010 y 2011 a infinidad de fotos íntimas que se difundieron por doquier, entre ellas algunas de la rubia actriz, algo muy similar a lo que luego sucedería con Jennifer Lawrence, tal y como relatamos en el blog.
https://teacusodeacoso.com/celebridades-que-han-sufrido-acoso-jennifer-lawrence/
La polémica también salpicaría a Johansson en 2014, cuando ésta rompió con la ONG Oxfam, tras haber ofendido a la comunidad palestina, visto que Scarlett, de ascendencia judía, había participado en anuncios para una empresa israelí de refrescos, SodaStream, cuyo centro principal se encuentra en una zona ocupada, el asentamiento cisjordano de Maale Adumim.
Pese a ello, la actriz nunca se arrepintió públicamente de haber participado en dicha promoción.
Tampoco ha podido librarse del azote de tantas celebridades: los paparazzi, de los que también tuvimos oportunidad de escribir en nuestra web.
https://teacusodeacoso.com/el-precio-de-ser-famoso-el-acoso-de-los-paparazzi/
Pues bien, tras ser entrevistada en abril 2019 para el conocido show televisivo conducido por Jimmy Kimmel, la actriz se vio obligada a refugiarse en una comisaría de Policía, visto el hostigamiento de unos reporteros y fotógrafos que llegaron a perseguirla en coche, llegando incluso a saltarse semáforos en rojo y poner en peligro a otros conductores y a viandantes.
El airado comunicado enviado por Johansson a los medios no deja lugar a duda:
“Los paparazzi toman sendas cada vez más peligrosas de forma consistente y acosan a la gente a la que fotografían. Incluso después de la trágica muerte de la Princesa Diana, las leyes nunca cambiaron para proteger a los objetivos de los anárquicos paparazzi»
Es evidente que, una vez alcanzado el estrellato, las actrices se muestran mucho más reivindicativas, conscientes de su poder mediático, máxime en los tiempos reivindicativos que vivimos, y con la sensibilidad a flor de piel, tras el caso de Harvey Weinstein del que también escribimos en el blog.
https://teacusodeacoso.com/la-pelicula-documental-de-hoy-intocable-2019/
Si ya hablamos del director que la consagró, Woody Allen, conviene recordar que en este blog también hicimos referencia a las graves acusaciones de su ex mujer, Mia Farrow y de su hija Dylan por unos abusos sexuales por los que nunca ha sido procesado.
https://teacusodeacoso.com/a-proposito-de-woody-allen/
Pues bien, decíamos entonces que Scarlett Johansson era una de las artistas que habían trabajado con Allen y que se posicionaban para defender su inocencia, mientras no se demostrara su culpabilidad, cosa que no han hecho actores de la talla de Michael Caine, Timothée Chalamet, Natalie Portman o Mira Sorvino, quienes se han arrepentido públicamente de haber participado en sus películas.
Y así, en una entrevista en 2019 para el Hollywood Reporter, la actriz lo dejaba meridianamente claro: “Veo a Woody cada vez que puedo y he tenido muchas conversaciones con él al respecto.
He sido muy directa con él y él lo ha sido conmigo. Mantiene su inocencia y yo le creo”.
Sin embargo, Johansson no había sido tan piadosa y condescendiente con su compañero de profesión James Franco, cuando en enero de 2018 criticó severamente que el actor llevase en su solapa un pin del movimiento contra el acoso sexual Time´s Up, visto que iba a ser llevado a los tribunales por ese delito.
Si bien lo prudente hubiera sido esperar al devenir del proceso,no iba muy desencaminada la actriz, dado que recientemente se ha publicado que Franco ha alcanzado un acuerdo económico de más de dos millones de dólares para no ir a juicio.
No obstante, la idiosincrasia propia del sistema judicial norteamericano no permite revelar si los hechos ocurrieron como denunciaron las supuestamente acosadas por el actor o si se trata de un mal económico menor para una artista, que puede ver arruinada su carrera y su vida personal, si decide subir al estrado y resulta condenado.
Por sus últimas apariciones públicas, parecía que Scarlett Johansson seguía sin tener pelos en la lengua a la hora de criticar a viva voz aquello que no le parece correcto.
En este sentido, tampoco se hayan librado de su ira los referidos Globos de Oro, unos Premios a los que ha sido nominada en varias ocasiones, y cuya edición de este año pidió boicotear, visto su reproche por el trato sexista de la Asociación de la prensa extranjera, tal y como describió en un duro comunicado:
“Como actriz que promueve una película, se espera que uno participe en la temporada de premios asistiendo a conferencias de prensa y entregas de premios. En el pasado, esto a menudo significaba enfrentar preguntas y comentarios sexistas de ciertos miembros de la Asociación de la prensa extranjera que lindaban con el acoso sexual……….Es la razón exacta por la que yo, durante muchos años, me negué a participar en sus conferencias. La Asociación de la prensa extranjera es una organización que fue legitimada por personas como Harvey Weinstein para acumular un impulso para el reconocimiento de la Academia, y la industria siguió su ejemplo”.
Sin embargo, en una posterior entrevista para la revista Gentlewoman, harta de verse envuelta en tanta polémica, manifestó que los actores “no están obligados a tener un rol social público”.
Esperamos acontecimientos, porque aunque parecía que la bella Scarlett no se casaba con nadie hasta ahora…. (miento, ya lleva tres matrimonios….) todo apunta a que quizás haya decidido no meterse en más charcos.
Y es que veces, de tanto salpicarse, uno acaba manchado, y algunas manchas no se van nunca.