CELEBRIDADES QUE HAN SUFRIDO ACOSO: KABIR BEDI.

No cabe duda que su nombre es mucho más conocido en India, su país natal, que en el resto del mundo.

No en vano ha sido una de las grandes estrellas de Bollywood y su participación fuera de aquellas tierras se ha limitado a escasas intervenciones de relevancia en el cine, como su papel de sicario enfrentado a 007 en Octopussy o en series de televisión como Dinastía, El coche fantástico o Magnun.

Pero siempre recordaremos a este actor hindú por el papel televisivo de su vida en 1976, Sandokan.

Por entonces en España tan solo contábamos con las emisiones de TVE, lo que implicaba que todos compartiéramos las mismas experiencias televisivas de la pequeña pantalla, como muestra de una precariedad tan alejada de la saturación de ahora, cuando nos hayamos sumidos en la paradoja de la abundancia.

Pero esa escasez de oferta precisamente ha contribuido con el paso de las décadas a un arraigado sentimiento de nostalgia que para sí hubieran querido generaciones posteriores a la nuestra.

Y de entre aquella minúscula programación, destacaba la citada serie de seis capítulos, que en España tuvo un éxito arrollador, porque ciertamente hubo un antes y después, cuando ante nuestros ojos por vez primera apareció en escena y a todo color, Kabir Bedi, interpretando a Sandokan, un antiguo noble hindú, reconvertido en pirata, que lucha contra los británicos.

Porque, amén de lo entretenido que pudieran resultar sus aventuras y de que el personaje dio para muchos pastelitos, cromos y disfraces infantiles, el actor despertó tal pasión y ardor entre el público femenino, que a día de hoy muchas madres e incluso abuelas, siguen suspirando al escuchar su nombre.

Pero como tantas veces hemos referido en nuestro blog, el exceso de fama y atractivo no siempre reporta beneficios, más bien al contrario, puesto que algunas celebridades pueden llegar a vivir situaciones extremas, en las que incluso puede peligrar su integridad física.

Cuando Bedi visitó España hace algunos años para recoger la Espiga de Honor de la Semana Internacional de Cine de Valladolid, comentó una experiencia vivida en Madrid sobre el fervor que había supuesto su presencia en nuestro país el 28 de noviembre 1976, con ocasión de su asistencia a El Corte Inglés para la firma de ejemplares de la novela de Emilio Salgari en que se basa la serie.

Tras el encuentro con sus fans y la consiguiente visita de la ciudad, estaba previsto que el actor asistiera al plató de TVE para ser entrevistado en el programa “Esta noche, fiesta” presentado por José María Iñigo, periodista que tampoco le andaba a la zaga en cuanto a admiradoras.

Aún puede verse la entrevista en youtube; durante la actuación del ballet Zoom, contoneándose con la mítica canción de apertura, el actor parece relajado y ante las preguntas de Iñigo, como buenamente puede, sortea el escollo del idioma para mostrarse afable ante la audiencia.

Pero nadie podía sospechar que el Tigre de Malasia se había refugiado aquella tarde en una comisaría de Policía.

Los hechos fueron relatados en una crónica publicada con fecha 30 de noviembre de 1976 en la edición impresa de El País, que no tiene desperdicio:

“Kabir Bedi, alias Sandokan provocó el pasado sábado un verdadero cataclismo en unos grandes almacenes madrileños, adonde había acudido para firmar libros de Salgari. Centenares de jovencitas presas de la histeria más desaforada, destrozaron cuanto hallaron a su paso, en un intento de acercarse al ídolo televisivo, mientras -según Fernando Gracia, que lo cuenta- coreaban: ¡Quiero un hijo tuyo!. Kabir Sandokan terminó en la comisaría, donde permaneció durante un par de horas, espacio que los funcionarios de servicio aprovecharon para avisar a sus hijos de que se acercaran a ver al actor hindú, quien, presa del pánico, había escapado de su coche y huido a pie siempre perseguido por las que calificó de ninfómanas”

Por ello, no cabe duda que cuando décadas más tarde regresó a nuestro país, o bien Kabir Bedi padecía una parcial pérdida de memoria o pretendía ser políticamente correcto, para no ofender a sus admiradoras de entonces, que bien debieron sentirse avergonzadas al recordar lo sucedido, pese a los duros epítetos de Bedi en aquella crónica.

Y es que lo manifestado por Sandokan en Vallodolid era una versión edulcorada del calvario que había padecido aquel día.

“En una ocasión, vine a Madrid para intervenir en un programa de televisión y aparecer en un acto de unos grandes almacenes, y se originó tal tumulto que tuve que saltar por encima de los coches para salir de la zona. Era increíble, una chica me agarró de la barba para arrancarme pelos… En pocos lugares he sentido tanto el cariño del público. Los españoles sois muy especiales para mí”

Sr Bedi, del cariño a la ninfomanía al cariño hay tanta distancia como de Nueva Delhi a Madrid.

En suma, un tigre asustado con su garras retraídas, convertido en un indefenso minino.

Mejor suerte ha corrido otro popular periodista durante los años noventa, Luis Mariñas, también apodado Sandokan, por su evidente parecido físico con Bedi, si bien nunca se vería sumido en un atolladero como el vivido por el protagonista de nuestra publicación de hoy y de aquella mítica serie de nuestra infancia, que por cierto,no hemos vuelto a ver.

Y es que hay recuerdos que conviene no sacar del bahúl, no vaya a ser que no hayan envejecido demasiado bien.

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