CELEBRIDADES QUE HAN SUFRIDO ACOSO: JODIE FOSTER.

Con ocasión de nuestra publicación sobre Brooke Shields, ya tuvimos ocasión de incidir sobre la enorme presión que determinadas actrices han debido soportar, tras un precoz inicio en su carrera, máxime si posteriormente, siendo aún menores de edad, han interpretado papeles que se entienden inapropiados o comprometedores para su imagen.

Algo similar le ha sucedido a Jodie Foster, nacida en 1962, que ya destacó desde bebé en diversas promociones publicitarias, bajo el tenaz control de su madre, y que durante la década de los setenta la llevaría a ser elegida para varios papeles infantiles.

Pero fue en 1976 con su celebrada interpretación de una prostituta adolescente para la película Taxi Driver, por la que se llevó una nominación al Oscar, cuando su prometedora carrera alcanzó cotas inesperadas, para luego consolidarse como una de las actrices más reconocidas y ganadora de dos premios de la Academia, por Acusados en 1989 y El silencio de los corderos en 1992.

Sin embargo, Jodie Foster no podía sospechar que con su participación en la cinta de Scorsese, se convertiría en objeto de la enfermiza obsesión de un fan, John Hinckley Jr y en indirecta protagonista de un posterior intento de magnicidio.

Hinckley Jr, que luego reconoció haber visto Taxi Driver en quince ocasiones,quiso emular a Travis Bickle, el enajenado taxista, interpretado por Robert De Niro, que idea acabar con un senador aspirante a ser presidente de Estados Unidos, si bien finalmente no da el paso, lo que supone un giro argumental en la película.

Pero el desequilibrado admirador de Jodie Foster fue más allá y planeó atentar en 1981 contra la vida del mismísimo presidente Ronald Reagan, quizás el hombre más poderoso en la Tierra, tras desechar años antes el atentado contra Jimmy Carter, su predecesor como mandatario en la Casa Blanca.

Y todo ello, con el único deseo de llamar la atención de su amada actriz y para que se sintiera orgullosa por su valerosa iniciativa.

Cierto es que con anterioridad, Hinckley Jr ya había dado muestras de su errático comportamiento como seguidor de Foster, hasta el punto de que se matriculó en su misma Universidad,Yale, y la atosigó con multitud de cartas, lo cual fue puesto en conocimiento de la Policía.

Pero fue el 30 de marzo de 1981, pocos meses después de la proclamación de Reagan, cuando todos los telediarios del mundo nos mostraron unas impactantes escenas que muchos aún recordamos, con el tumulto generado por distintos agentes del servicio secreto que se abalanzaron sobre un desconocido que había irrumpido entre la multitud para disparar seis veces con su revólver.

Reagan sufriría el impacto de una bala que había rebotado en el vehículo presidencial y que por escasísimo margen no alcanzó su corazón, ocasionándole una herida en la axila izquierda.

Otras tres personas sufrirían heridas de gravedad: el secretario de prensa, James Brady, que quedaría postrado en una silla de ruedas de por vida, el oficial de policía, Thomas Delahanty, que se vería obligado a dejar el servicio activo y el agente del servicio secreto, Timothy McCarthy, que sufrió un impacto en el abdomen del que tardaría en recuperarse.

Y todo por amor a Jodie Foster, que como tantas celebridades, pensaba presenciar la ceremonia de la entrega de los Oscar, que se celebraba esa misma noche y que tuvo que ser cancelada por los hechos.

Hinckley Jr fue evaluado por los psiquiatras, y se dictaminó que sufría erotomanía, un trastorno del que ya hemos hablado en nuestro blog, pudiendo eludir el ingreso en prisión y debiendo permanecer en un centro psiquiátrico bajo supervisión médica.

La por entonces joven actriz se sintió ciertamente abrumada por lo sucedido, intentando que se disociara de su ya prometedora carrera, pero tendría la suficiente templanza y serenidad para mantenerse en la brecha, si bien con papeles menores en diversas películas no especialmente exitosas, hasta que Acosados fue su definitivo espaldarazo hacia la cumbre.

Tiempo después se supo que el fanático admirador tuvo que ser sedado tras sufrir una crisis nerviosa, al declarar la actriz su condición de homosexual, durante un discurso con ocasión de las entrega de los Globos de Oro en 2013.

Y es que parecía inconcebible e imposible de asimilar en su enferma mente lo que ya era un secreto a voces en los mentideros de Hollywood.

Pero, desgraciadamente, no fue el único acosador que Jodie Foster tuvo que padecer.

Y así, desde 2004 a 2007, la actriz recibió inquietantes cartas anónimas de Michael Smegal, otro demente que sería arrestado en 2005 y de nuevo detenido tras reincidir posteriormente con una amenaza de bomba a un aeropuerto de Los Ángeles, contenida en una carta en la que mencionaba a Jodie Foster.

Conocida por su alto coeficiente intelectual, la actriz siempre se ha mostrado muy celosa de su intimidad, pero nunca se ha escondido a la hora de opinar sobre cuestiones de relevancia social, incluidas las relativas al acoso sexual que sufren sus compañeras de profesión.

En este sentido, Jodie Foster no ha tenido pelos en la lengua para ir contracorriente, opinando sobre la iniciativa #Mee too, que en esencia comparte, pero que no debe implicar que tenga que “mandarse a la cárcel a cada hombre de más de treinta años”

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