CELEBRIDADES QUE HAN SUFRIDO ACOSO: JENNIFER LAWRENCE.

Recientemente publicábamos en este blog una reseña sobre Anne Hataway, una actriz que no había sabido digerir su éxito con la adecuada modestia y cuya apariencia le había pasado factura, hasta el punto de que tuvo que sacrificar su vanidad para mostrarse mucho más honesta y cercana a sus fans.

Pues bien, con Jennifer Lawrence ha pasado justo lo contrario.

Y es que si bien se ganó de inmediato el favor del público desde el momento en el que accedió al estatus de estrella de Hollywood, con unas apariciones públicas en las que derrochaba una sincera dulzura y simpatía, una serie de acontecimientos la marcaron hasta el punto de convertirla en una actriz mucho más arisca y reservada hacia unos seguidores que para ella pueden llegar a ser ciertamente cargantes y agotadores.

En una entrevista concedida en 2016 a Daily Telegraph, lo dejaba bien claro:

“Creo que la gente, los extraños, piensan que somos amigos porque soy famosa y sienten que me conocen.

Pero yo no les conozco….

He empezado a ser algo maleducada y a encerrarme en mí misma porque tengo que proteger mi burbuja.

Pienso: ‘Tengo un trabajo raro, no dejes que sea tu realidad’. Eso es más importante para mí que el hecho de que alguien piense que soy maleducada.

Así que dejo claro con mi lenguaje corporal que no quiero estar hablando con un extraño.

Y si siguen hablándome, simplemente me vuelvo maleducada. No digo nada, pero estoy en plan mmmm, sí, no, ok, adiós”.

Llegados a este punto, cabe preguntarse qué le ha sucedido a Jennifer Lawrence para semejante cambio de actitud hacia quienes antes la aclamaban como estrella.

Pues bien, esta bellísima actriz, que cumplirá treinta y un años el próximo mes de agosto, era mundialmente conocida por haber participado en sagas cinematográficas tan comerciales como Los juegos del hambre o XMen.

Pero además, siendo muy joven ya había demostrado su gran talento interpretativo para encarnar papeles más complejos en películas de cine independiente, que le dieron no pocas satisfacciones y el beneplácito de la crítica especializada.

En este sentido, tras ser nominada al Oscar con solo veinte años por su papel en Winter’s Bone (2010) Lawrence ya ha ganado un Globo de Oro y un Oscar a la mejor actriz por El lado bueno de las cosas (2012) y otros dos Globos por La gran estafa americana (2013) y Joy (2015)

En consecuencia, a mediados de la pasada década Jennifer Lawrence no parecía tener techo, toda vez poseía un palmarés envidiable para ser tan joven y tenía un prometedor futuro por delante.

Sin embargo, muy a su pesar, en 2014 acapararía multitud de titulares, a raíz del denominado celebgate,que también afectaría a otras compañeras de profesión, cuando se publicaron en internet una serie de fotografías en las que aparecían desnudas varias celebridades, entre ellas la propia Jennifer Lawrence.

Las imágenes, que habían sido tomadas en la intimidad por la propia actriz para ser enviadas a su novio de entonces, Nicholas Hoult, se obtuvieron ilícitamente al hackearse de manera masiva las cuentas de correo de una docena de celebridades, tras aprovecharse un fallo de seguridad del servicio de almacenamiento en la nube de la compañía Apple.

El autor de la ilícita sustracción no se fue de rositas precisamente, toda vez que fue condenado a dieciocho meses de prisión.

Pero el daño psicológico causado a la actriz por la difusión de tales imágenes ha sido enorme, al considerarse víctima de una grave violación de su intimidad y de una aberración de la que tendrían que sentirse avergonzados aquellos que hubieran visto sus fotos robadas, nunca mejor dicho.

Además, desde entonces la actriz se ha venido sintiendo angustiada ante la idea de que, ante la opinión pública, su imagen ya haya quedado sexualizada para siempre.

Lo cierto es que durante un tiempo, mientras se calmaban las aguas, la actriz, dentro de su protector caparazón, incluso ha venido renegando de las redes sociales de las que son usuarias millones de personas, y en especial las celebridades.

“Que nadie me busque allí porque nunca voy a estar. No se me da nada bien la tecnología ni los móviles, y a duras penas entiendo cómo funcionan los emails, así que tener redes sociales es algo que no se pasa por la cabeza» llegó a manifestar hace años.

Pero, recordando el título de aquella película de James Bond, nunca digas nunca jamás, máxime si es por una causa justificada.

Y es que, a raíz del asesinato de George Floyd y el resurgimiento del movimiento Black lives matter, durante un tiempo a través de Twiter se mostró muy activa para denunciar los abusos policiales contra el colectivo afroamericano.

Hace tiempo también supimos lo mal que Jennifer Lawrence lo había pasado durante parte de su infancia y juventud.

Y es que poco antes de estallar el celebgate, la actriz ya confesaba al diario The Sun que siendo niña había recibido acoso escolar por parte de algunos de sus compañeros, hasta el punto de ser permanente blanco de ofensivas bromas tales como tener que repartir invitaciones de cumpleaños a los que no había sido invitada.

La triste historia de siempre, cuando no se toman medidas y no existe una implicación seria por parte de quien debe intervenir y atajar tales situaciones, lo que obliga a que el acosado en la mayoría de las ocasiones se tenga que cambiar de centro educativo.

Así le sucedió a ella, como a tantos niños y jóvenes que sufren esta lacra que va a más.

Otra de las facetas en las que ha destacado la actriz es en su labor filantrópica y actitud solidaria con personas desfavorecidas.

Y así, en 2015 destinó nada menos que dos millones de dólares a un hospital infantil.

Además, pese a ser durante varios años la actriz mejor pagada de Hollywood, Jennifer Lawrence también ha sido muy beligerante en relación a la desigualdad salarial que padecen las de su gremio, llegando a tomarse un año sabático en 2018, lejos de Hollywood para colaborar activamente para Represent Us, organización que no solo lucha contra la corrupción y el abuso de los políticos, sino además para defender los derechos de las mujeres.

Sin embargo, la actriz volvió a estar en el centro de la polémica, cuando su nombre trascendió a raíz del escándalo de Harvey Weinstein, del que tuvimos ocasión de escribir en el blog.

Pues bien, en diciembre de 2018 se filtró en los mentideros de Hollywood que una de las víctimas de Weinstein había relatado en su denuncia que el productor había alardeado ante ella de mantener relaciones sexuales consentidas con Jennifer Lawrence, con ocasión de producir el film con el que había ganado el Oscar, El lado bueno de las cosas.

”Me acosté con Jennifer Lawrence y mira donde está. Ella acaba de ganar un Oscar”, llegó a manifestar Weinstein, según refería la denuncia.

Y Jennifer Lawrence, sumamente enfadada por lo que consideraba una táctica de su defensa para desviar la atención, tuvo que salir al paso para negar cualquier relación, más allá de lo estrictamente profesional, amén de solidarizarse con todas las víctimas.

Es más, poco después, no escondía su ira en una entrevista concedida para la CBS:

“Lo que ha hecho es criminal y deplorable, cuando salió a la luz y me enteré quería matarle……..La forma en que ha destruido la vida de tantas mujeres. Quiero verle en la cárcel”

Desde entonces, la actriz se ha mantenido muy activa a la hora de apoyar públicamente a movimientos como el #Metoo o el Time´s Up.

En este sentido, si algo ha caracterizado a esta nueva Jennifer Lawrence , mucho más aguerrida, es que no tiene pelos en la lengua, incluso para denunciar el acoso sexual que ella misma ha sufrido.

Y así, en la gala anual Women in Hollywood, celebrada poco después de surgir el escándalo, la actriz no dudaba en recordar su humillante experiencia en uno de sus primeros castings.

Según relataba, los productores le exigieron que perdiera siete kilos en dos semanas y que leyera unas líneas del guión, mientras permanecía en una fila, prácticamente desnuda, al igual que otras cinco jóvenes, con la intención de comparar la delgadez de todas ellas.

Y uno de los productores, sorprendido de que la consideraran como una aspirante con sobrepeso, llegó a comentar que Jennifer Lawrence era «perfectamente follable».

Tras haber contraído matrimonio en 2019, la actriz prefiere llevar una vida más familiar alejada de los focos de Hollywood y mantiene una actitud tan esquiva con los medios como distante de la opinión pública, interviniendo con cuentagotas en alguna producción de cine independiente y apareciendo en escena con ocasión de sus compromisos publicitarios.

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