Desde hace algún tiempo, esta joven cantante británica está copando las listas de la música disco pop.
Canciones como Blow your mind, New rules, Physical, Don´t start now, Break my heart, I don´t give a fuck, o Levitating son reproducidas diariamente por doquier y muy pronto, si la pandemia lo permite, también volverán a ser bailadas en todos los locales nocturnos de todo el mundo.
Dua Lipa, que cumplirá veintiséis años el próximo mes de agosto, en su breve trayectoria musical ya ha obtenido varios galardones, incluidos tres premios Grammy, y ya figura en la lista de las cien artistas más influyentes del mundo, según la prestigiosa revista Time.
Además, se muestra muy activa socialmente, colaborando con diversas campañas y aportando donaciones para diversas causas, siendo la salud mental, la lucha contra el SIDA y la defensa de los derechos de las personas frente al racismo y la homofobia, alguno de los frentes abiertos en los que se involucra, si bien se ha granjeado muchas críticas sobre determinadas publicaciones en las que se posiciona políticamente respecto del conflicto de los Balcanes.
En este sentido, cabe señalar que sus padres habían llegado a Londres en 1992, tres años antes de nacer ella, en su condición de refugiados albano kosovares, mientras que el mundo se estremecía por la Guerra de Bosnia.
Si bien su ilusión desde niña había sido la de cantar, para muchos su timbre de voz era demasiado grave, casi varonil, lo cual le supuso la indiferencia de sus profesores de canto y las burlas de sus compañeros de colegio.
“Cuando era niña a veces me acosaban o me molestaban ya que me decían que tenía voz de hombre… Estuvo bien, me hizo más fuerte”, llegó a manifestar Dua Lipa en un programa de Netflix emitido el pasado año.
Tras criarse en la capital británica, para completar sus estudios regresaría con once años a un Kosovo ya independiente, si bien luego retornaría a Londres para iniciar su vida adulta y luego como cantante, no sin antes haber trabajado como camarera, azafata y modelo hasta que llamó la atención de un manager de Warner Bros.
Y así, tras cosechar un notable éxito en Europa, sus miras ya estaban puestas en las listas británicas y norteamericanas, con la carta de presentación nada despreciable de ser la artista elegida para cantar en la ceremonia de apertura de la final de la Liga de Campeones de la UEFA el 26 de mayo de 2018.
Sin embargo, muy pronto empezó a sufrir las inclemencias de las redes sociales, tras difundirse un vídeo que se hizo viral y que mostraba una de sus actuaciones en la que bailaba ciertamente desacompasada, nada que ver con las trabajadas coreografías que pueden apreciarse en sus vídeoclips y posteriores conciertos, ya de masas.
Hace poco escribíamos en el blog sobre la contundente respuesta, en forma de canción, que Marwan y Nach habían dado a sus haters en redes sociales.
Pues bien, salvando las distancias en cuanto a la mayor repercusión que tiene esta cantante a nivel mundial, lo cierto es que Dua Lipa no ha podido con tanta presión a la hora de afrontar las virulentas opiniones en internet.
En la revista Attitude la artista hablaba en noviembre del pasado año sobre aquella primera etapa de su carrera y sobre la circunstancia de que ni siquiera ganando su primer Grammy, pudo luego evitar que cesaran las críticas destructivas e hirientes en relación a aquel episodio del baile.
Y como consecuencia de ello, cada vez que se subía al escenario padecía una enorme angustia ante la posibilidad de que alguien de su público quisiera seguir burlándose de ella en las redes sociales, tras grabarla con su móvil.
“Experimenté demasiado bullying con mi primer debut y definitivamente fue algo que me causo mucha ansiedad, hizo que me sintiera mal y que también sintiera que no era lo suficientemente buena para estar en un escenario”.
Sus apariciones públicas en 2018 también darían mucho que hablar o mejor dicho que escribir, para muchos de sus haters, visto que fue objeto de burla en redes sociales, tras lucir un vestido blanco durante la entrega de los American Music Awards.
En los momentos más duros de la pandemia, a través de un podcast, la artista reconocía que había dejado de usar Twiter y Facebook, redes sociales respecto de las que pedía un mayor control para evitar la propagación del odio.
«Creo que en Instagram publico como si fuera un blog y puedo desconectar de ello, pero en Twitter intentaba leer y ver todos los comentarios. Se estaba volviendo algo insano ya que en ocasiones me trastornaba con las respuestas».
Ciertamente, la cantante aún lleva muy dentro lo sucedido entonces, hasta el punto de que recientemente, con ocasión del cuarto aniversario del lanzamiento de su primer álbum, aprovechaba un mensaje de agradecimiento a sus fans en Instagram para incidir sobre el asunto:
«Solo quiero decir un agradecimiento masivo, masivo, masivo a todos los que han estado escuchando mi música desde el principio… Estoy muy agradecida por todas las increíbles oportunidades y todas las personas increíbles que he conocido y por todas las lecciones que aprendí mientras estuve de gira durante tres años y me acosaron a través de las redes por mi mal baile».
Dua Lipa también se ha posicionado sobre la desigualdad respecto de los hombres, además del sexismo que reina en la industria de la música, tal y como manifestó en una entrevista concedida en 2018 para la revista GQ:
“Para las artistas femeninas, se necesita de mucho más para ser tomadas en serio si no estás sentada en un piano o con una guitarra, ¿sabes?
Para un artista masculino, la gente instantáneamente asume que ellos escriben su propia música, pero para las mujeres, asumen que todo está manufacturado».
Y en otra entrevista de 2020, también para GG, Dua Lipa, en plena efervescencia del movimiento #Metoo,reflexionaba sobre el acoso sexual a las mujeres, con ocasión de la publicación del tema Boys will be boys, incidiendo en el hecho de que las mujeres siempre han de ser precavidas e incluso moderarse a la hora de vestir, para evitar ser objeto de los acosadores sexuales:
“Para mí, eso fue caminar a casa desde la escuela y sostener las llaves en los nudillos… Gran parte de la experiencia humana para las mujeres gira en torno a los hombres; cómo nos hacen sentir, ya sea bueno o malo. Las chicas tienen que pasar por tanto. Te cubres para evitar la confrontación de los hombres, evitar el acoso sexual, las personas que lanzan palabras o gritan. Cambiamos nuestras formas de adaptarnos al estilo de vida de otra persona. Es muy triste.”