En nuestro blog, continuamos aproximándonos a la biografía de muchas celebridades, que han sufrido acoso, bien en su infancia y adolescencia o incluso como adultos, durante su vida profesional.
Y hoy nos corresponde escribir sobre lo experimentado por uno de los deportistas mejor pagados y más populares del mundo, tras haber triunfado en su especialidad de luchador de artes marciales mixtas, el irlandés, Conor Mc Gregor.
Apodado The Notorius, Mc Gregor no tuvo una infancia fácil en su Dublín natal, llegando a vivir de prestaciones públicas, similares al salario social básico de nuestro país, pese a dedicarse a la fontanería, hasta que con su debut a los dieciocho años en 2008 se empezó a ganar la vida como luchador profesional en las categorías de peso pluma, ligero y welter.
Pero tras unos duros comienzos, en el transcurso de escasos años llegó cimentar una exitosa trayectoria en los combates organizados por la mayor empresa de artes marciales mixtas del mundo, la UFC.
Y después de alcanzar varios títulos mundiales en diferentes categorías, Mc Gregor ha conseguido amasar una gran fortuna, en virtud de la que ha ingresado en la lista de los deportistas mejor pagados del mundo, según Forbes.
Fortuna que en muy buena parte se nutre de las ganancias obtenidas de la publicidad y tras haber prestado su imagen para la industria de los videojuegos, llegando a protagonizar los de lucha de EA Sports UFC y a intervenir virtualmente en otro de los más famosos, de la saga Call of Duty, en el que interpreta a un violento capitán del pelotón.
Como curiosidad para los más friquis, destacar que, dentro de sus excéntricas y costosas campañas de promoción para sus combates, llegó a entrenarse con el inmenso atleta y actor islandés Hafthór Júlíus Björnsson, «La Montaña» en la archiconocida serie Juego de Tronos.
Pero fue su participación en otros deportes de contacto, mucho más populares, como es el caso del boxeo, lo que le ha generado aún más ingresos, al tiempo que un aluvión de críticas.
Así, el 26 de agosto de 2017, el luchador irlandés cambiaría el octágono por el cuadrilátero, al enfrentarse en Las Vegas al por entonces retirado como invicto y once veces campeón del mundo de boxeo, aunque ya cuarentón, Floyd Mayweather, Jr. en una pelea denominada “combate del dinero”, por las mareantes sumas que ambos obtuvieron en el evento pugilístico y que algunos calificaron como “circo”.
No estaríamos muy equivocados al asegurar que, como persona Mc Gregor es una contradicción en sí misma, aunque quizás su conducta pública sea una mera fachada, de cara a la galería y a generar ríos de tinta y de comentarios en redes sociales.
Si nos referimos a su vida personal en diversas entrevistas, Mc Gregor ha manifestado que, siendo niño, sufría constantes burlas por su baja estatura, e incluso llegó a ser agredido físicamente, sin poder defenderse, al ser uno de los más débiles de la clase.
Y ya de adolescente, el que luego sería campeón del mundo de artes marciales mixtas, decidió aprender ese deporte para poder defenderse de sus agresores e imponer respeto, algo similar a lo que hemos visto recientemente, en relación a Lewis Hamilton.
No obstante, ya anunciamos que próximamente analizaremos en una publicación del blog, los pros y contras de practicar deportes marciales con unas intenciones defensivas que, en virtud de las circunstancias concurrentes, pueden derivar en el efecto contrario.
Decimos esto porque el célebre luchador ha interiorizado todo el sufrimiento que ha aprehendido a lo largo del tiempo, hasta el punto de heredar una violencia que en sus propias carnes había sufrido como víctima del bullying y que, a la inversa, ahora exterioriza hacia los demás, siempre que pierde los nervios, lo cual le convierte en una persona que puede resultar peligrosa.
Así, al margen de su carácter excéntrico , intimidatorio y provocador hacia sus rivales, tan propio de los luchadores endiosados, se ha enfrentado a no pocas sanciones disciplinarias e incluso cargos policiales y condenas por su conducta impulsiva y agresiva, tras tener varios incidentes, como saltar al octágono, cuando aún se estaba disputando una pelea, para celebrar en la victoria de su compañero de equipo; causar daños en un autobús y lesiones a varios pasajeros del mismo, entre ellos el luchador Khabib Nurmagomedov que había tenido un incidente con un amigo de Mc Gregor y que luego le arrebataría el título mundial; pelearse posteriormente con un familiar del nuevo campeón; golpear a un cliente del pub en Dublín o apropiarse del teléfono móvil de un aficionado que le estaba sacando fotos, sin su permiso.
La demostración palpable de que la violencia puede llegar a engendrar violencia.
No obstante, al furioso irlandés se le conoce otro lado más sensible, que choca con su carácter forjado a duros golpes.
Y así, en 2015 se manifestó públicamente a favor del matrimonio gay para la campaña del referéndum en su país, habiendo sido la Republica del Irlanda, el primer país del mundo, en el que ha sido aprobado por referendum popular el matrimonio entre personas del mismo sexo.
Mc Gregor tampoco es ciertamente un ejemplo de modestia, sin que evite mostrar públicamente su vida de lujos, vistiendo trajes hechos a medida, que cuestan un potosí, luciendo carísimos relojes o conduciendo su flota de vehículos de precios prohibitivos.
“Hay dos cosas que realmente me gusta hacer: patear traseros y lucir bien”, ha manifestado, orgulloso.
No obstante, en este año tan complicado por culpa de la pandemia, Mc Gregor ha hecho gala de su generosidad y solidaridad, donando un millón de dólares para dotar de material sanitario a los hospitales de Irlanda.
Generosidad de la que es testigo su propia familia, liberada de todas las deudas hipotecarias de por vida y cada uno de ellos con un vehículo de alta gama a su disposición.
“Tengo una poco sana obsesión con gastar dinero. Pero tengo una sana obsesión con hacer dinero, así que todo está bien”
Otra fase lapidaria de una persona lenguaraz y sin apenas formación ni cultura, que en menos de una década, a base de esfuerzo y sacrificios, pasó de ser un humilde fontanero desempleado que no llegaba a percibir más de trescientos euros al mes, a convertirse en un joven multimillonario, que ha llegado a desembolsarse cien millones de dólares por un solo combate.
Y dicho y hecho, porque volverá a ganar mucho dinero: tras tres años retirado de la UFC, The notorius ha anunciado su vuelta al octágono para 2021, con el objetivo de intentar recuperar la corona y volver a ser el mejor en su deporte.
Sin embargo, muchos ya tuercen el gesto, a la espera de un anunciado combate de boxeo que le reporte pingües beneficios, frente a otra leyenda del cuadrilátero, aún en activo, Manny Pacquiao.
Seguro que muy pronto lo vemos como actor de cine de acción, rodeado de bellas mujeres y pateando el trasero de alguna vieja gloria de Hollywood.
Al tiempo.